Funcionarios del Gobierno español están desplegando desde hace varias semanas una intensa actividad diplomática ante los gobiernos de Cuba y Venezuela para que los mandatarios de los dos países, Fidel Castro y Hugo Chávez, respectivamente, mantengan una actitud "discreta" y respeten la agenda programada para la la Cumbre Iberoamericana de Salamanca, que se celebrará en la ciudad castellanoleonesa el viernes y sábado próximos.

El Ejecutivo español es consciente del riesgo de que los dos líderes roben protagonismo al encuentro, pero desea que acudan a la cita, para lograr así un "pleno" de asistencia, según dijo a este periódico una fuente de la organización de la cumbre. La última reunión a la que acudieron todos fue la de Oporto (Portugal) en 1998. En Moncloa confían en que Castro y Chávez adopten una actitud "constructiva", como gratitud a la política de manos tendidas del PSOE.