Tres marroquís de Al Qaeda fueron detenidos ayer en Barcelona acusados de integrar una célula que reclutaba jóvenes para incorporarlos a la red de Al Qaeda en el Magreb. La orden de detención se basaba en "un presunto delito de pertenencia a asociación ilícita para la preparación y comisión de atentados terroristas". Con esta actuación, llevada por la Policía Nacional y el CNI, ya son unos 50 los radicales detenidos en Cataluña en tres años.

Fuentes de la investigación informaron a este diario de que los tres detenidos estaban refugiados en España desde finales del 2005 y que es muy probable que se tramite su extradición a Marruecos. La policía estima que un centenar de yihadistas se han trasladado a Andalucía, Valencia y Cataluña en los últimos meses, como adelantó este periódico.

Los detenidos son Mohamed Laksir, de 23 años; Mulay Lahucine Miftah Idrisi, de 27, y Mohamed Akazim, de 32. Los tres tenían un trabajo estable y carecían de antecedentes policiales en España. La policía busca ahora a otros colaboradores de la célula desarticulada. Laksir e Idrisi pasaron ayer mismo a disposición judicial.

La policía española acusa a los detenidos de incrementar en los últimos meses las actividades para captar activistas entre jóvenes inmigrantes y mandarlos a reforzar la estructura de Al Qaeda en el Magreb, ante el gran acoso policial y del Ejército. Marruecos había conseguido una orden internacional de la Interpol de busca y captura de los tres.

Fuentes de la investigación aseguraron que los reclutados eran enviados a campos de entrenamiento. Una vez recibían la instrucción militar, que duraba aproximadamente un mes, se incorporaban a células de Argelia y Marruecos, países que vivieron el pasado mes de abril una oleada terrorista que causó más de 30 muertos. Otros fueron enviados a combatir en Irak.

Además, el fiscal Pedro Rubira pide 426 años de cárcel para los 30 islamistas detenidos en el 2004 en la operación Nova. Esta red quería atentar contra la Audiencia, las Torres Picasso, la estación de Atocha, el parque de Tierno Galván y la estación de Príncipe Pío, todos en Madrid.