La policía liberó ayer a cinco de los seis detenidos de origen marroquí y residentes en España que estrellaron el sábado la furgoneta en la que viajaban contra una valla de la base aérea de Getafe (Madrid). La policía, que ha descartado que se tratara de un atentado, continúa reteniendo al sexto arrestado por su responsabilidad en los daños materiales causados en el incidente. Entre los detenidos había una embarazada.

Los investigadores del incidente creen que el choque de la furgoneta se produjo debido a la personalidad paranoide del conductor, que ayer pasó a disposición judicial, y descarta cualquier relación con el integrismo islamista.

La versión de los implicados es que tuvieron un accidente al equivocarse de camino. Tras estrellarse, el conductor, que no parecía saber que estaba en una instalación militar, se bajó portando lo que parecía una mochila y corrió gritando en árabe y francés hasta ser interceptado por los agentes de seguridad.