La policía nacional detuvo ayer a un vecino de Bilbao cuya documentación fue usada para comprar el teléfono móvil con el que ETA avisó el jueves de la colocación de un coche bomba en un campus universitario, aunque sin precisar de qué centro docente se trataba. Se está investigando si fue esta persona la que hizo la llamada o si tiene alguna otra implicación en el atentado que provocó una veintena de heridos en la Universidad de Navarra. A última hora, las fuerzas de seguridad se inclinaban por pensar que el detenido no tenía relación con los hechos y se daba por buena la explicación de que había perdido la documentación y que, por tanto, no fue él quien adquirió el terminal.

Agentes de la Guardia Civil interrogaron a J. M. M. S el mismo jueves, aunque le dejaron en libertad por falta de pruebas. Según fuentes de la investigación, no se pudo comprobar si realmente él compró el terminal, puesto que aseguró que denunció la pérdida de la documentación. Además, la voz grabada por la DYA no coincide con la del detenido.

Nuevos indicios hicieron que la policía volviera a arrestarle. Las mismas fuentes precisaron que todas las hipótesis están abiertas. Pero, dada su nula colaboración con las fuerzas de seguridad, se acordó mantenerlo arrestado y trasladarle a Madrid. Anoche todavía estaba en dependencias policiales de Bilbao.

LA TIENDA El único dato claro hasta ahora es que el teléfono móvil con el que se realizó la llamada fue comprado con el DNI de J. M. M. S precisamente en una tienda cercana a su domicilio, en el centro de Bilbao, el pasado mes de mayo. No obstante, la cadena de televisión Cuatro aseguró ayer que la tarjeta de prepago utilizada para hacer la llamada se compró en Aragón.

El hecho de que el terminal se comprara en Bilbao, así como la capacidad demostrada por el comando que opera en esta provincia, hace pensar a los expertos que el comando Vizcaya es el autor del atentado. Sin embargo, como el coche fue robado en Guipúzcoa y la llamada fue realizada desde esta provincia, también se baraja la autoría de un grupo radicado en Guipúzcoa.

EL PAPEL DEL JEFE El presunto jefe del comando Navarra desarticulado el martes, Aurken Sola Campillo, y su segundo, Xabier Rey Urmeneta, confesaron por separado que el dirigente de ETA Garikoitz Aspiazu, Txeroki , les aseguró que participó en el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton, en el 2007.