La Guardia Civil detuvo ayer en Vizcaya a cuatro jóvenes acusados de pertenecer a la red de apoyo a ETA. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, aseguró que Ignacio Peña, de 25 años; Sonia Marín, de 32; Arkaitz Ormaetxea, de 29, e Igor Zearreta, de 27, realizaban "funciones de información sobre objetivos e infraestructuras" para la banda. Su tarea era también prestar auxilio, con tareas de "apoyo, acogida y huida" a los militantes que lo requirieran. Los arrestos tuvieron lugar en Bilbao, Arrigorriaga y Amorebieta.

Alonso explicó que la operación era fruto de las investigaciones llevadas a cabo tras la detención, en octubre del año pasado, de la vizcaína Amaia Urizar de Paz, de 22 años.

Fuentes de la lucha antiterrorista citadas por Europa Press aseguraron que los cuatro detenidos formaban parte de la red de colaboradores que Urizar había tejido por barrios de Bilbao y comarcas vizcaínas siguiendo las instrucciones de su novio y jefe del aparato militar, Garikoitz Azpiazu, Txeroki . Urizar se había encargado, según la policía, de lograr contactos y al menos un colaborador en todos los distritos de la capital y en las comarcas de Vizcaya.

Los agentes que participaron en la operación, dirigida por el juzgado número cinco de la Audiencia Nacional, detuvieron primero en Bilbao a Iñaki Peña. Sonia Marín fue arrestada en Arrigorriaga, y Arkaitz Ormaetxea e Igor Zearreta, en Amorebieta. Los agentes también buscaban a una hermana de este último que no fue localizada.

REGISTROS Y DOCUMENTACION Todas las detenciones fueron acompañadas de registros en los que no se localizaron armas, aunque sí cuantiosa documentación. Según algunos testigos, los agentes abandonaron los domicilios de los detenidos con cajas y un ordenador.

El ministro del Interior precisó que la operación continuaba abierta y que no se descartaban nuevos arrestos. Askatasuna, asociación de familiares de presos de ETA, alertó ayer sobre el posible maltrato a los detenidos después de que Urizar denunciase torturas al ser detenida.