Un centenar de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron en la madrugada de ayer en dos poblaciones de Barcelona a tres presuntos terroristas marroquís que preparaban un atentado en España.

Fuentes de la investigación aseguraron que la célula, con base en Sant Andreu de la Barca y Mollet del Vallés, había apalabrado ya la adquisición de una partida de explosivos con una red de traficantes de armas en la República Checa. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, recalcó que el grupo pretendía conseguir "una importante cantidad de explosivos" con el fin de cometer atentados en España.

Es la tercera ocasión que se confirma que el sendero terrorista de Al Qaeda también pasa por Cataluña, después de que se probara que Mohamed Atta organizó en el 2001 parte del ataque a Nueva York y a Washington en un hotel de Salou (Tarragona). La segunda conexión se desveló en septiembre cuando los Mossos d´Esquadra desarticularon una célula paquistaní en Barcelona.

La operación de ayer fue posible gracias al trabajo de agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que detectaron en septiembre los contactos entre los supuestos terroristas de Barcelona y los traficantes en la República Checa. La primera pista les vino de agentes secretos extranjeros. Entonces, los investigadores de la policía y de la Guardia Civil sometieron a vigilancia durante semanas a Abdelkader Farhaui, de 45 años, uno de los tres marroquís apresados a las tres y media de la madrugada de ayer.

En la operación, que se prolongó durante dos horas, fueron detenidos también Majid Bakali, de 24 años, igualmente en Sant Andreu de la Barca, y Mohamed Duha, de edad similar al último, en Mollet. Los tres serán entregados a la Audiencia Nacional, que autorizó la operación. Ninguno de ellos tenía antecedentes.

Los agentes identificaron a otras tres personas que quedaron libres, porque el único vínculo era compartir vivienda con sus compatriotas. Anoche, la policía buscaba a unos colaboradores del grupo, pero daba la operación casi por cerrada.

REGISTROS POLICIALES Por la mañana, los agentes registraron los dos domicilios asaltados, así como los dos comercios ligados a Farhaui. Los investigadores se incautaron de material informático y documentos en un locutorio y una carnicería.

Fuentes de la investigación aseguraron a este diario que la operación policial se efectuó en previsión de un nuevo atentado. Según esas fuentes, los agentes secretos españoles detectaron la reanudación de las conversaciones con un intermediario de los traficantes. "La llegada de los explosivos era inminente", recalcó una fuente policial.

El delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, se felicitó por el "éxito policial". "Los ciudadanos --manifestó-- deben estar tranquilos porque las fuerzas de seguridad trabajan para evitar riesgos. Ha quedado demostrado que los dispositivos de prevención funcionan". La consejera catalana de Interior, Montserrat Tura, insistió en que los detenidos pretendían atentar en las próxima semanas.