Los tres presuntos miembros de ETA detenidos el pasado viernes en San Sebastián estaban preparando una acción terrorista "de gran magnitud", al tiempo que reconstituían una red de comandos en Guipúzcoa a imitación del complejo Donosti , según fuentes de la lucha antiterrorista.

Al frente del nuevo comando Donosti desarticulado el viernes estaba el más joven de sus miembros, Iker Olabarrieta, de 27 años, acompañado por Carmelo Lauzirica Orive, también de 27 años, e Igor González Sola, alias El enfermo , de 32. Los tres eran miembros liberados (a sueldo) de ETA, que habían llegado a la capital guipuzcoana hace dos meses desde Francia.

El proceso de formación del nuevo complejo Donosti era idéntico al que siguió ETA en la pasada década, y que sirvió para atentar contra concejales de PSOE y PP. Este comando ha sido desarticulado cuatro veces desde la ruptura de la tregua etarra, lo que ha permitido disminuir los atentados en Guipúzcoa.

El referente más cercano es el último comando Donosti , el denominado Zelatun , que creó una red de seis células bautizadas como Rasta , Pendejo , Urko , Muxarra , Praxko y Baader Meinhoff . A pesar de la extensión del entramado, no llegaron a cometer ningún atentado al ser desmantelado el grupo en septiembre del 2002.

Los tres detenidos tenían además el encargo de captar nuevos miembros y organizar varios taldes (grupos) integrados por terroristas legales (sin fichar). Estas células tendrían funciones de recopilación de información o de dar infraestructura a los liberados.

Este método de operar demostró la virulencia y fortaleza de ETA durante muchos años. Las fuerzas y cuerpos de seguridad veían cómo a la desarticulación de un comando le seguían nuevos atentados, debido a que la estructura de taldes estaba compartimentada. Además, los etarras eran capaces de atacar en distintos puntos simultáneamente.