La Guardia Civil detuvo ayer en Portosín (A Coruña) a tres jóvenes, de entre 18 y 19 años, dos de los cuales llevaban en el maletero del coche en el que viajaban un artefacto explosivo de bastante potencia. El tercer arrestado es el propietario del vehículo. Los agentes creen que pertenecen al movimiento independentista gallego y que podrían estar detrás de los atentados contra compañías inmobiliarias.

Fuentes de la Guardia Civil informaron de que los dos jóvenes detenidos inicialmente fueron localizados en las inmediaciones de una inmobiliaria. Ninguno de los tres está fichado y carecen de antecedentes policiales, según fuentes próximas a la investigación. Los jóvenes estarían vinculados al grupo radical Resistencia Galega. El explosivo, compuesto por varias bombonas de camping gas y un reloj temporizador, era "muy sofisticado", indicó la Guardia Civil, y estaba destinado a "causar daños graves, incluso personales".

El vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, dijo esperar "una rápida acción de la justicia" tras las detenciones, mientras el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, resaltó la "labor callada" de los cuerpos de seguridad.