Aunque el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, negó ayer haber ordenado o conocido la existencia de una trama de espionaje en su departamento, no todos sus subordinados pueden decir lo mismo. La dirección general de Seguridad e Interior de la Comunidad de Madrid, encabezada por Enrique Barón, anterior jefe superior de Policía en la capital, advirtió el pasado 24 de noviembre a los expolicías y exguardias civiles al servicio de Granados de que algunas de las misiones que venían realizando estaban "fuera del marco legal existente", según informó ayer la Cadena SER. Según fuentes del departamento de Granados citadas por la emisora, la dirección general organizó en esa fecha una reunión interna con 36 empleados de seguridad en la que les propuso una fórmula para dar cobertura legal a sus operaciones de protección: que fueran acompañados por policías nacionales.