Uno de los siete detenidos dentro de la operación Espada, el director de la empresa de comunicación Nimbus, Miquel Romero, ha prestado declaración a lo largo de este jueves en la Policía Nacional y continuará arrestado en dependencias de la Jefatura Superior hasta que este viernes pase a disposición judicial para ser interrogado por el juez que instruye el caso Palma Arena, José Castro. El abogado de Romero, Antoni Coll, ha salido de la sede policial a las 17.30 horas y en declaraciones a los medios congregados consideró excesiva esta actuación, en referencia a las detenciones efectuadas en el marco de la operación Espada, ya que "es un infierno estar aquí varias noches", aunque aseveró que "los policías y los fiscales están velando por el buen uso del dinero público". Es por ello que justificó su labor y las actuaciones que llevan a cabo, pese a manifestar que esta es excesiva. Por último, preguntado por el contenido de su declaración, eludió pronunciarse al respecto ya que el procedimiento se encuentra bajo secreto de sumario, a lo que agregó que "tengo 63 años y no me van a sacar nada", dirigiéndose a los periodistas. Tras la comparecencia de Romero, cuya empresa está siendo investigada por las presuntas facturas infladas que Nimbus emitió por sus servicios de promoción del Palma Arena, continuaron las declaraciones del ex gerente del velódromo, Jorge Moisés, defendido por Gaspar Oliver, y la del ex director general de Deportes con el anterior Govern del PP, José Luis 'Pepote' Ballester, asistido por Angel Aragón. Se encuentran en la Policía, de este modo, además de Moisés, Romero y Ballester, el portavoz del PP municipal de Palma, Rafa Durán, y el jefe de la UTE encargada de la construcción del velódromo, Miquel ngel Rodríguez. Por su parte, han quedado en libertad con cargos entre el jueves y el viernes el ingeniero industrial Miquel ngel Verger, el arquitecto Ignacio Antonio Sáez, y el ex director general de Deportes del Consell de Mallorca, Antoni Palerm.