Desde hace algún tiempo, Zapatero viene empeñándose en demostrar que las palabras "España" y "patriotismo" no son patrimonio exclusivo de la derecha. En su intervención de ayer ante los jóvenes socialistas, utilizó ambos términos con especial insistencia y remarcó en varias ocasiones que España es la "octava potencia del mundo". Sin embargo, no lo hizo en un contexto de arrogancia como solía hacer José María Aznar. Para Zapatero, España es un "principio" a cumplir junto a la paz, la libertad, la igualdad y la solidaridad, según señaló a los jóvenes al cierre de su discurso.