Los bloques conservador y progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no se pusieron ayer de acuerdo para nombrar a los tres presidentes de Sala del Tribunal Supremo y al del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Como ninguno de los candidatos logró el respaldo necesario --13 de los 20 votos--, el pleno del CGPJ acordó abrir un nuevo concurso para cubrir las cuatro plazas vacantes. Estas diferencias entre los dos grupos retrasarán entre un mes y medio y dos meses la elección de los jueces.

Los dos sectores del Consejo se acusaron mutuamente de "bloquear" la renovación de los miembros del tribunal. Desde la mayoría conservadora se reprochó a los progresistas su "falta de generosidad" por pretender una mayor representación de la que tienen en el Consejo. Por su parte, los progresistas acusaron al bloque mayoritario de no querer realizar los nombramientos "en sintonía y orquestación con el PP".