"El que resiste, gana", solía decir el premio Nobel de Literatura Camilo José Cela. Los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) han hecho suyo el dicho, de modo que la fumata blanca para la sentencia del Estatuto catalán depende ya más que nunca de que alguno de los tres grupos en los que está dividido el TC ceda y conforme una mayoría. De momento, las dos últimas reuniones que han celebrado (29 de septiembre y 6 de octubre) no han servido para acercar posturas, pese a que los magistrados trabajaron en septiembre en la redacción de un cuarto borrador del fallo. Al final, pese a lo anunciado, no habrá sentencia en octubre. En el mejor de los casos será antes de fin de año y, en el peor, tal vez se solape con las autonómicas catalanas, previstas para otoño del 2010.

La situación empieza a ser insostenible en el TC. Para aliviar tanta tensión los jueces han optado por cumplir sus compromisos institucionales. Esta semana han viajado a Portugal y la próxima irán a Rumanía para asistir a sendos encuentros de tribunales constitucionales europeos. El martes vuelven al trabajo.

SIN MAYORIA MINIMA Fuentes del TC admiten que los magistrados "están de los nervios" por no ser capaces de desbloquear la situación que viven desde que hace más de tres años el PP recurrió el Estatut. La presidenta del alto tribunal, María Emilia Casas, quiere firmar la sentencia a toda costa, pero fuentes de su entorno reconocen "que no hay forma humana" de lograr una mayoría mínima que avale la constitucionalidad del texto.

El magistrado Manuel Aragón --nombrado a propuesta del Gobierno-- no da su brazo a torcer y sigue defendiendo que algunos artículos son contrarios a la Carta Magna. Fuentes conocedoras de las deliberaciones apuntan que las dudas surgen sobre el término nación y los símbolos nacionales. La posición de Aragón es refrendada por el conservador Guillermo Jiménez.

El bloque conservador se mantiene en la misma posición desde el principio. Los magistrados Vicente Conde, Javier Delgado, Ramón Rodríguez Arribas y Jorge Rodríguez Zapata quieren aceptar el recurso del PP. Por su parte, Casas, Pascual Sala, Elisa Pérez Vera y Eugenio Gay son partidarios de rechazarlo, aunque aceptarían una sentencia interpretativa de algunos apartados. Jiménez ha ido cambiado de bando y finalmente se ha decantado por hacer un frente común con Aragón.