Eduardo Tamayo no cree en la suerte. Por eso el logo del partido que ayer presentó en Madrid, Nuevo Socialismo, es un trébol... de sólo tres hojas. Adosado a María Teresa Sáez, su compañera de felonía, Tamayo retó a los coleccionistas de casualidades y presentó su formación en un hotel: en la sala El Doblón.

Insistió en que todo lo paga con sus "ahorros". Como prueba de que aún no está esponsorizado, las botellas de agua de los oradores estaban forradas con pegatinas del partido.

De su bolsillo, dijo, salió el alquiler del hotel y de la sede de su formación, en la elitista Plaza de Castilla. Mucho ahorro necesitará para contratar personal, porque pretende entrevistar a cada ciudadano que aspire a convertirse en militante. Hasta ahora ha dado el visto bueno a cinco diputados del PSOE en la Asamblea de Madrid.

Teresa Sáez asistió en silencio. Y cuando se reclamó su opinión, Tamayo respondió: "Quedarán satisfechos cuando Teresa empiece a comunicarse con ustedes". No a hablar, a comunicarse. Encuentros en la tercera fase.