"La mayor debilidad de ETA se expresa con atentados enloquecidos", manifestó ayer Alfredo Pérez Rubalcaba tras la cadena de acciones terroristas. El ministro del Interior sostiene una y otra vez que la banda está más débil que nunca, pero que todavía dispone de entre 30 y 50 activistas a las órdenes del jefe del aparato militar Garikoitz Aspiazu, Txeroki, según los expertos en la lucha antiterrorista consultados por este diario.

La policía trabaja con la hipótesis de que los tres atentados del pasado fin de semana fueron cometidos por una docena de personas, divididas en tres taldes o grupos diferentes. Las fuerzas de seguridad consideran que estos pistoleros forman parte del complejo Vizcaya , que no fue desarticulado completamente en verano con la captura de Arkoitz Goikoetxea y ocho etarras más. De hecho, varios integrantes de este grupo, más de una docena, según algunas fuentes, huyeron tras haber cometido varias acciones terroristas, entre ellos Asier Borrero y Aitor Artetxe. Pero es que además otro de los liberados (a sueldo de la banda) que junto con Goikoetxea cruzó la frontera en febrero del 2007, Jurdan Martitegi, dinamizó un segundo grupo de legales (no fichados), cuyos integrantes no han sido detenidos y se sospecha que están detrás de esta ofensiva. Uno o varios liberados han cruzado la frontera en los últimos días para rematar la campaña.

OTRAS ACCIONES Cuando cayó Goikoetxea, la policía ya sospechaba que el segundo grupo era autor de atentados no esclarecidos como el perpetrado contra el escolta Gabriel Ginés, en Bilbao. También se cree que este talde es el que colocó una bomba lapa, que no estalló, contra un policía nacional el martes, en Basauri. Además, la banda dispone de gente en Guipúzcoa y un comando itinerante, autor de la campaña de verano, que comenzó con la explosión de cuatro artefactos en Cantabria. Rubalcaba afirmó que los tres coches bomba fueron robados y "presumiblemente" montados en Francia. Eneko Gogeaskoetxea podría ser el nuevo experto en explosivos.

Los analistas advierten de que esta ofensiva demuestra que este complejo tiene una red de coordinación muy efectiva. El siguiente paso de ETA podría ser dar un golpe en Madrid.