Jon Crespo, detenido el pasado 13 de noviembre acusado de participar en actos de violencia callejera, ha reconocido ante la juez Teresa Palacios que miembros de Batasuna le proporcionaron dinero, material y locales para organizar actos de kale borroka .

El detenido explicó a la magistrada el pasado día 18 que un miembro de Batasuna en Bilbao, al que identificó como Iker Mendizabal, daba materiales para confeccionar explosivos o dinero para comprarlos a otro integrante del grupo, Xabier Arrilluzea, que hoy comparecerá ante el juez Fernando Andreu.

ELECCION DE OBJETIVOS

A pesar de estos datos, aseguró que su grupo, formado por su cuadrilla de amigos, "no seguía órdenes de nadie, ni de Jarrai ni de HB". Y afirmó que Batasuna "no les ordenaba amenazar a nadie", ya que los objetivos los elegían ellos mismos. Además, explicó que "cuando habla de HB" quería decir que "todos son" (de ese partido).

Crespo también confesó que "gente de Bilbao, gente de HB" facilitó a su grupo los tiragomas, las bolas de acero y la potasa que escondieron en un zulo en Galdakao (Vizcaya), localizado por la policía. Pero negó que hubieran utilizado ese material, aunque reconoció que habían empleado los cócteles molotov que también les entregaban "gente de Bilbao" y que ellos almacenaban en una lonja propiedad de Batasuna en Galdakao.

Crespo, según publicó ayer El Correo Español , también declaró que su grupo imprimió en "un ordenador que tiene el partido en otro local" una carta amenazante enviada en marzo del 2000 al concejal del PP en Galdakao Ricardo Gutiérrez Solana.

Otro acusado de kale borroka , Ugaitz Pérez Sorriketa, detenido el pasado viernes por la Ertzaintza, reconoció ayer ante el juez Andreu que muchos de los actos violentos en los que participó fueron financiados con la recaudación obtenida de las huchas situadas en las herriko tabernas (sedes de Batasuna).

El juez Baltasar Garzón tiene aún que decidir si ordena la administración judicial de las herriko tabernas porque dependen de Batasuna. Además, este juez ha declarado la responsabilidad civil de Batasuna en 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas) por actos de kale borroka cometidos entre julio de 2001 y febrero de 2002.

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