La policía francesa detuvo ayer en el departamento de Alta Garona, en el suroeste del país, a dos hombres relacionados con los ataques yihadistas cometidos el 17 de agosto del 2017 en Barcelona y Cambrils, según confirmaron a este diario fuentes judiciales. Los arrestos se han producido en el marco de la investigación abierta el pasado enero por la fiscalía gala debido a la presencia de víctimas francesas en el lugar del atentado.

Las mismas fuentes han informado de que los arrestados se hallan en detención provisional bajo comisión rogatoria del juez de instrucción. Los dos individuos, cuya identidad se desconoce, formaban parte del entorno de otro presunto terrorista detenido en Albi, en el sur de Francia, encarcelado el pasado febrero por sus vínculos con Driss Oukabir, miembro de la célula que actuó en Cataluña.

La documentación de Oukabir, de nacionalidad marroquí, se usó para alquilar la furgoneta con la que Younes Abouyaaqoud arremetió contra los viandantes en la Rambla de Barcelona en la que murieron 14 personas. Su hermano menor, Moussa Oukabir, de 17 años, fue uno de los cinco jóvenes abatidos por la policía cuando se disponían a perpetrar una masacre en una zona de ocio de Cambrils tras haber llevado por delante a varios peatones.

Dos miembros de la célula terrorista de Ripoll habían viajado tres veces a Francia poco antes de atentar en Cataluña: en diciembre del 2016, en julio del 2017 y el 11 y 12 de agosto del 2017. Su último desplazamiento fue a París, donde hicieron unas compras en unos grandes almacenes y pasaron la noche en un hotel de la periferia.

Se han establecido también vínculos con el yihadismo belga porque el considerado cerebro de los atentados, el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, había vivido en la comuna de Machelen, en la periferia de Bruselas. Contrariamente a la información difundida inicialmente por la emisora France Info, los detenidos no son chechenos como el terrorista que el sábado acuchilló a un joven en el barrio de la Ópera de París antes de ser abatido.