La policía detuvo ayer a los dos presuntos autores de la colocación de una bomba de escasa potencia en un cajero de Caixa Galicia cercano a la plaza de Galicia, en el centro de Santiago de Compostela. La explosión se produjo a las 15.45 horas tras recibirse una amenaza de bomba.

Horas después de la explosión, que no causó víctimas y sí daños materiales, la policía arrestó a los presuntos autores: dos jóvenes --un hombre y una mujer-- vinculados al mundo independentista que estaban siendo vigilados por Interior desde hace tiempo. El delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, señaló que los detenidos "no tienen ninguna conexión con grupos terroristas de ámbito nacional o internacional" y que "no hay motivo de alarma alguna".

El alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, fue más explícito y al ser preguntado por los periodistas si los dos jóvenes podrían pertenecer a la Asamblea da Mocidade Independentista (AMI), respondió: "Si usted lo dice, yo no se lo desmiento". Sánchez Bugallo no descartó nuevos arrestos en las próximas horas o días.

Tanto los socialistas gallegos como los nacionalistas del BNG, aliados en el nuevo Gobierno de la Xunta, expresaron su condena y llamaron a la normalidad.