A unos 20 kilómetros de Diwaniya, se produce el milagro . El dial 102.0 de la FM cobra vida, y un locutor informa de la detención de un importante jefe de ETA. El sorprendido viajero tiene que mirar por la ventana para reafirmar que está circulando por una carretera iraquí.

Lo que emite el 102.0 es el noticiario de Radio Exterior de España. En Base España, el cuartel a las afueras de Diwaniya en el que está instalado el grueso de los 1.300 soldados españoles enviados a Irak, se ha colocado un repetidor que recibe la señal de Radio Exterior y la convierte en señal de FM, con lo que se escucha la emisora española.

Condiciones de vida

"El primer destacamento ha creado prácticamente una ciudad con unas condiciones de vida encomiables", comentaba hace poco un militar español. Base España se encuentra estos días de relevo. Los primeros 1.300 soldados enviados a Irak han regresado o están a punto de regresar a sus casas.

Por motivos de seguridad no se conocen los movimientos exactos de tropas, pero el teniente coronel Ruiz --el jefe del departamento de prensa de la base-- precisa que el relevo se habrá completado antes de que acabe el mes. Tras casi cinco meses en Irak, el cambio entre los militares es bueno para hacer balance de la presencia en Irak de la Brigada Plus Ultra, que integra a tropas de España, El Salvador, República Dominicana y Honduras --bajo mando polaco-- en Diwaniya y Nayaf.

Las tropas españolas, según la versión del Gobierno, han ido a Irak a pacificar y estabilizar el país, y a efectuar tareas de ayuda a la población. Las tropas españolas, opina la mayoría de una sociedad española que se opone clamorosamente al apoyo de Aznar a George Bush, son fuerzas de ocupación en Irak.

¿Y qué piensa Diwaniya? Para sus habitantes, hay dos Españas: la que garantiza la seguridad y la que ocupa el país.

"No hay seguridad por la noche. Hay muchos ladrones y no puedes salir a pasear sin miedo a que te roben". Mushtak Talab tiene 25 años y es mecánico en Diwaniya. Es un joven que quiere vivir en paz, sin entrar en política. "No me parece mal que los soldados hagan patrullas y registren casas, es su obligación para que tengamos seguridad", insiste.

No lo ve tan claro Saad Shaker, un maestro de primaria de 37 años, que presume de buena memoria. "Bush y Aznar nos prometieron que iban a traer libertad y trabajo, y hasta ahora no he visto nada de todo esto", se lamenta. Eso sí, Shaker prefiere a los españoles que a los estadounidenses, porque "los españoles conocen mejor a los iraquís", dice.

Misiones españolas

Con eficacia militar, Ruiz enumera las misiones de seguridad que ha llevado a cabo la Brigada Plus Ultra: "Controles de carretera, patrullas, escoltas, patrullas conjuntas con la policía iraquí y selección, equipamiento y reconstrucción del Cuerpo de Defensa Iraquí, una especie de Guardia Nacional". El resultado es una zona que está relativamente tranquila, a lo que también contribuyen tareas de reconstrucción en bibliotecas, orfanatos y escuelas.

"Mire, yo me siento muy cómodo con los españoles. No hemos tenido ningún problema con ellos hasta ahora, y yo prefiero que sigan aquí porque, si se van, entonces sí tendríamos complicaciones. Créame, que ya soy mayor: los iraquís sólo respetamos el poder de los militares". A sus 68 años, Mushen Jeena trabaja cada día en el restaurante que posee.

Este anciano vivaz, señalando la larga cola de coches que esperan a llenar los depósitos en la gasolinera cercana, explica: "Si no hubiera soldados españoles, se matarían cada día para robarse la gasolina o el dinero. No tengo por qué mentirle, ahora hay libertad, se han ido los del Baaz y el muhabarat (los servicios secretos) y puedo decirle la verdad sin ningún miedo", sentencia.

No opina lo mismo su vecino, el imán Hammed al Salah, de 47 años. "Lo que ocurre es que a Mushen los españoles le dejan buenas propinas en el restaurante cuando comen shawarmas", afirma riendo el jefe de la mezquita Al Haaj. "No he visto hacer nada malo a los soldados españoles desde que llegaron, pero deben cumplir su trabajo e irse. Irak es iraquí. Y, además, Diwaniya sigue sin ser una ciudad segura", dice el religioso, que añade: "Yo creo que los españoles son más antipáticos que los estadounidenses".

En el estrecho margen que hay entre la necesidad de tener una ciudad segura y el hecho de percibir a las tropas extranjeras como fuerzas de ocupación, la resistencia ha encontrado hasta ahora poco espacio en el que moverse. Base España y los destacamentos latinoamericanos has sido atacados con morteros, y un explosivo fue colocado junto a la entrada del cuartel. Ataques similares se han producido en Nayaf. Ninguno de ellos causó víctimas entre los militares, aunque algunos sí hirieron a la población civil iraquí.

Puñado de nostálgicos

"Son un puñado de nostálgicos del antiguo régimen", menosprecia los ataques el imán Al Salah. "Diwaniya es pacífica", añade. "Los de la resistencia son terroristas, mala gente que hiere y mata a iraquís", afirma el maestro Shaker, gesticulando con vehemencia.

Un coche de policía iraquí se acerca a la gasolinera a separar a dos airados conductores. No se ven soldados españoles en las cercanías, y en su radio suena música árabe. En el 102.0 de la FM el locutor presenta Suspiros de España . Tras cinco meses, Diwaniya no suspira por España, pero por lo menos no muere ni mata por ella.