Mientras la familia del dictador intenta en vano impedir que los restos de Francisco Franco salgan del Valle de los Caídos, Carmen Martínez-Bordiú Franco, la nieta del general, es desde ayer duquesa de Franco. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la concesión del título, con grandeza de España, a la primogénita de Carmen Franco Polo, la única hija de Franco y Carmen Polo, que falleció el pasado diciembre.

La sucesión en el ducado no ha estado exenta de polémica. El Ministerio de Justicia firmó la disposición que traspasaba el título el pasado 31 de mayo, es decir, un día antes de que Pedro Sánchez se convirtiese en presidente del Gobierno mediante una moción de censura a Mariano Rajoy. Fue una de las últimas decisiones rubricadas por el anterior ministro de Justicia, el popular Rafael Catalá, por la que expidió la Real Carta de Secesión del título de Duque de Franco, de conformidad con lo previsto en el real decreto del 27 de mayo de 1912, «previo pago del impuesto correspondiente».

Carmen Martínez-Bordiú, hija mayor de Carmen Franco Polo, solicitó la sucesión en el título de Duque de Franco tras la muerte de su madre, el pasado 29 de diciembre. Tres meses después, el BOE publicó la solicitud por la que se abría un plazo de 30 días para que «aquellas personas que se consideren con derecho al referido título» pudieran reclamarlo. En el BOE de ayer se incluyen 13 disposiciones sobre títulos nobiliarios, entre ellas la de Carmen Martínez-Bordiú.

Ante esta herencia del PP, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, aseguró que el nuevo Gobierno del PSOE está estudiando la posibilidad de modificar la legislación para saber si se puede revocar el ducado de Franco a Martínez-Bordiú. Según explicó, el real decreto no prevé la retirada de los títulos nobiliarios previo análisis de la ley de memoria histórica. «Hay que considerar si esto forma parte y está amparado por la ley», subrayó Delgado antes de recordar que del Ministerio de Justicia depende una Dirección General de Memoria Histórica, recién creada, y que se estudiará el asunto con «mucha seriedad».

Por otro lado, Delgado no quiso dar más detalles sobre la inminente exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. La decisión del Gobierno de sacar al dictador del mausoleo franquista ha propiciado un encontronazo entre el Ejecutivo socialista y los descendientes de Franco. Los siete nietos de Franco han registrado ante notario una carta en la que informan al Vaticano de su negativa a que se muevan los restos. La custodia de la basílica del Valle de los Caídos corresponde a la comunidad benedictina, que responde solo ante el Papa, al que trasladarían la última palabra.