Con el Estatuto catalán aprobado, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, juzga necesario abrir una nueva etapa en la que la formación nacionalista entre en el Ejecutivo central y esté "en la cocina" de las decisiones de la política española, porque esa participación gubernamental, argumentó, redundará tanto en beneficio de Cataluña como de España. El líder de Unió defendió esta idea en el transcurso de una conferencia que pronunció anoche en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), en Barcelona, con motivo del 75º aniversario del partido.

"El catalanismo político tiene que gobernar España", sostuvo con contundencia Duran, quien abogó por dar por cerrado el "periodo excepcional" de 26 años de autonomía en el que el nacionalismo no ha estado sentado en el Consejo de Ministros. Convencido de que el modelo empleado hasta ahora --apoyar la gobernabilidad prestando respaldo parlamentario-- "está agotado", llamó a la federación a dar el paso: "Cuando sea la hora, CiU debe pasar del ahora decidiremos al ahora gobernaremos".

Quizá porque afirmó que ayer no era el día para profundizar más en la cuestión, el jefe de filas de CiU en Madrid no puso ni una sola condición a la entrada de la federación en el Gobierno. En cambio, Artur Mas, presidente de CiU y que ayer escuchó en primera fila el discurso, siempre ha puesto una condición previa a la participación en el Ejecutivo central: primero hay que recuperar la Generalitat.

Duran defendió el nuevo Estatuto, "inconmensurablemente mejor" que el de 1979, pero reclamó una reflexión sobre las reivindicaciones del texto aprobado por el Parlamento catalán en septiembre. Algunos sectores, dijo, han señalado a los políticos como los responsables de no haber llevado el Estatuto más lejos, pero la reflexión que, a su juicio, hay que hacer es si no han sido los políticos los que han llevado las demandas "más lejos" de lo que la sociedad pide.