Ezker Batua (EB), socio minoritario en el Gobierno vasco, no apoyará mociones de censura contra ANV que no se hayan negociado previamente entre las fuerzas políticas vascas. Esta decisión augura un nuevo fracaso a la iniciativa del PSE, que la pasada semana dio un plazo de 10 días al resto de partidos políticos para expulsar de los municipios guipuzcoanos de Mondragón, Hernani y Pasajes a las alcaldesas de la izquierda aberzale.

A la par que el tripartito y los socialistas se cruzan acusaciones diarias a cuenta de la consulta del lendakari, uno y otro tratan también de poner en el tejado de su vecino la responsabilidad de que ANV siga en ayuntamientos como el de Mondragón, donde los aberzales evitaron condenar el asesinato de su vecino y exedil socialista Isaías Carrasco.

Aunque PNV y PSE consensuaron que la iniciativa le correspondía al partido más votado, la dirección peneuvista protestó airada porque el PSE anunció, "unilateralmente" y sin avisarles, que daban un plazo de 10 días para presentar las mociones en los tres municipios donde fueron la segunda fuerza.

Por su parte, Ezker Batua anunció ayer una resolución política adoptada por el máximo órgano de dirección en la línea de no firmar acuerdo alguno si no se pacta antes un programa de Gobierno para cada municipio. Su portavoz, Mikel Arana, culpó a los socialistas de manejar el asunto por puros "intereses electorales" y prescindiendo de acuerdos previos.

ARITMETICA IMPOSIBLE La aritmética otorga en Mondragón a los ediles de EB, Aralar y Eusko Alkartsauna la llave del éxito de la moción, pero ahora mismo ninguna de las tres fuerzas la apoya. En Hernani y Pasajes, la situación exige que EA y EB sumen fuerzas a PNV, PSE y PP para superar a ANV.