El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, pidió hoy al Gobierno de España que estudie fórmulas "imaginativas" para poder ayudar a los ecuatorianos residentes en este país que tienen problemas para hacer frente al pago de sus hipotecas debido a la crisis económica. Patiño trasladó esta petición a la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, en la conferencia de prensa que ofrecieron en Quito dentro de su visita oficial, que concluye hoy. "Miembros del Gobierno español nos han dicho que están pensando cómo superar este problema. Claro que no hay todavía una respuesta definitiva, porque el tema es muy difícil y complejo. Lo entendemos", dijo el canciller. El Ejecutivo de Quito hizo ver hace meses a las autoridades españolas las dificultades que estaban atravesando muchos ciudadanos ecuatorianos para hacer frente a sus hipotecas al haber perdido su puesto de trabajo por la crisis. A este problema se añade que la legislación española establece que el deudor de una hipoteca, además de perder la casa, debe responder con su patrimonio hasta pagar todo el préstamo. Patiño pidió que se busquen "propuestas imaginativas, distintas, heterodoxas" para buscar una salida al "drama humano" que padecen sus compatriotas en España por este asunto. La colonia ecuatoriana está integrada por 395.069 personas, la más grande de todos los países de América Latina, aunque se estima que sumando el número de no residentes oficiales, la cifra superaría el medio millón. Según Patiño, no se trata de que los ecuatorianos "tengan privilegios especiales", ya que su Gobierno, dijo, "respeta la legalidad española". No obstante, insistió en que puede haber fórmulas de las que también podrían beneficiarse los españoles que padecen los mismos problemas y que afrontan situaciones de impago de viviendas compradas en los años previos al comienzo de la crisis en 2008, cuando los precios eran elevados. "Le hemos pedido a Trinidad Jiménez que los funcionarios y economistas hagan los mayores esfuerzos. Agradeceríamos que sea posible una salida más allá de lo ortodoxo", añadió. Antes de su comparecencia ante la prensa, Patiño y Jiménez ratificaron el convenio bilateral de seguridad social, que beneficiará tanto a los ecuatorianos que viven en España como los españoles que lo hacen en el país sudamericano, unos 5.000. El acuerdo establece las reglas sobre jubilación, maternidad, accidentes y enfermedades laborales, incapacidad temporal o permanente y auxilio por defunción, entre otras, a las que se pueden acoger los trabajadores y pensionistas de ambos países. Está previsto que entre en vigor el próximo 1 de enero, aunque Patiño informó de que aún faltan aspectos "reglamentarios y operativos" para que se ponga en marcha. "Todavía no está listo. Tardará un tiempito", advirtió el canciller, quien pidió que todavía no se vaya a las oficinas de la seguridad social para solicitar las prestaciones que estipula el convenio. A partir de ahora, los trabajadores de los dos países acumularán su tiempo de cotización laboral para poder acceder a los subsidios, independientemente del país en que se encuentren. Trinidad Jiménez se congratuló por este acuerdo, firmado hace un año entre ambos Gobiernos, puesto que, señaló, representa un "avance para facilitar la integración de la colonia ecuatoriana en España y que pueda disfrutar de los mismos derechos" que los españoles.