El Gobierno de EEUU solicitó ayer oficialmente a España que colabore en el cierre del penal de Guantánamo (Cuba) y se haga cargo de cuatro reclusos. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que ya en diciembre mostró su disposición a participar en la clausura de la cárcel, tiene desde ayer los expedientes de los afectados: los cargos, la situación jurídica y los motivos por los que no pueden volver a sus países de origen.

El encargado de presentar la petición fue Dan Fried, enviado especial de Barack Obama para el cierre de Guantánamo. Fried se reunió en Madrid con altos cargos de los ministerios de Exteriores, Justicia e Interior, además de con el secretario de Asuntos Exteriores, Angel Lossada. El jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos, no quiso informar de la nacionalidad de los cuatro reos ni de las condiciones en las que fueron detenidos. Tampoco dijo cuándo dará una respuesta a EEUU, que puede que presente "algún caso más" en el futuro. "Tenemos todos los elementos necesarios para poder decidir si pueden ser acogidos en nuestro país, pero no nos hemos puesto plazos. Además, los expedientes se examinarán individualmente, de manera que quizá alguno acabe siendo rechazado", explicó un portavoz de Exteriores.

"NINGUN PELIGRO" En todo caso, los afectados quedarán en libertad por no haber pruebas de su implicación en actividades terroristas, una condición necesaria impuesta por los socios de la Unión Europea (UE). Moratinos aseguró que su acogida no supondrá "ningún peligro" para la seguridad, aunque precisó que los afectados permanecerán bajo un sistema de "vigilancia y observación".

Así ocurrió con los tres palestinos que España recibió en el año 2002 para evitar un baño de sangre en la basílica de la Natividad de Belén. Varios países europeos participaron en la misión y acogieron a la docena de afectados. Los que vinieron a España se alojaron en una casa rural en Soria y un dispositivo policial los vigiló durante varios meses. "Será algo bastante similar", dijo ayer el ministro Moratinos. El coste de la operación lo asumirá enteramente España.

El portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, aseguró que su grupo no pondrá "pegas" para que España llegue a "un acuerdo razonable" con la Casa Blanca para reubicar a ciertos prisioneros, aunque manifestó su "preocupación" por que queden en libertad. "Pedimos encarecidamente al Gobierno que tenga transparencia", añadió.