El presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, ha destapado la caja de los truenos y ha señalado a sectores del partido como responsables de una filtración que extiende la sospecha sobre el que será el próximo cabeza de cartel, Jon Jauregi. De él se ha afirmado que habría evitado declarar a la Hacienda vasca dos inmuebles de su propiedad. Egibar, que ha desmentido las acusaciones, confirmó ayer que la dirección guipuzcoana del PNV no cambiará de candidato.

El presidente del partido, Josu Jon Imaz, evitó polemizar en público con Egibar. Aunque el asunto, del que ha dado cuenta la cadena SER esta semana, ha provocado una marejada interna en las filas peneuvistas, Imaz, del sector opuesto al presidente guipuzcoano, se limitó a calificar de "hipótesis sin fundamento" la posibilidad de que los datos que afectan a la honorabilidad de Jauregi los hayan hecho circular militantes del PNV.

Egibar dijo ayer que en diciembre ya llegó a la Hacienda Foral guipuzcoana una denuncia sobre el patrimonio de su compañero y que el propio Jauregi solicitó una investigación.

La SER cifró en siete millones de las antiguas pesetas los ingresos anuales del que será candidato peneuvista y en seis los inmuebles de su propiedad. Egibar dijo ayer que presentarán una querella contra la SER, considerando que no ha atentido al requerimiento de rectificación. Y avanzó que Jauregi está dipuesto a hacer un "estriptís" sobre su situación económica y fiscal.