Joseba Egibar no peleará por la presidencia del PNV. A última hora de ayer desveló lo que era una previsión anunciada desde que el miércoles Josu Jon Imaz confirmara su retirada de la pugna electoral interna para dar bálsamo a la maltrecha unidad del partido. La decisión de Egibar hace suponer que ya existe un acuerdo para la composición de la nueva ejecutiva que saldrá elegida en la asamblea de diciembre con el vizcaíno Iñigo Urkullu como nuevo líder.

Egibar eligió la reunión semanal de la ejecutiva de Guipúzcoa que él preside para trasladar a los suyos el resultado de la negociación entre los distintos sectores que asegura un "acuerdo de integración". Aunque ninguna fuente explicitó ayer los términos de este pacto, el mensaje de Egibar apuntó que el sector soberanista se verá suficientemente representado en la nueva dirección y no se descarta que él mismo tenga un papel concreto.

SUS PROPIAS CARTAS Pese a que el expresidente del PNV Xabier Arzalluz postuló el viernes a su delfín como "el mejor" para convertirse en la cabeza del PNV, en muchos círculos peneuvistas se daba por seguro que el paso dado por Imaz al confirmar su retirada no dejaba margen alguno a Egibar para mantener la disputa en los términos en los que se vivió hace cuatro años.

Imaz y Egibar pelearon entonces hasta el último voto y la fractura interna ha coleado hasta ahora. Por eso, en los foros de debate en internet, los afines a Imaz preguntaban a qué esperaba Egibar para confirmar su retirada. Sin embargo, el presidente del partido en Guipúzcoa ha jugado estos días sus cartas en la negociación abierta entre los distintos sectores.

Con el colchón que le ofrecían sus incondicionales y el apoyo de la dirección del partido en Alava, Egibar condicionó su retirada de la carrera por la presidencia al logro de una cuota importante de poder dentro de la ejecutiva, en la que ha pasado cuatro años en clara minoría.

La decisión de no competir fue anunciada por sus allegados a la radiotelevisión pública vasca. Egibar no compareció, pero desde la ejecutiva apuntaron que la razón del paso dado había que buscarla en el compromiso alcanzado entre las distintas sensibilidades que viven en el partido sobre la ponencia política y la composición de la dirección.

Con este anuncio, la cúpula peneuvista cierra la crisis antes de la reunión que el viernes celebrará su máximo órgano decisorio, la asamblea nacional. Aunque el orden del día se centra en los pactos poselectorales, se daba por seguro que la crisis interna iba a aflorar. Josu Erkoreka, portavoz del PNV en el Congreso, dijo que la renuncia de Egibar acercaba a Iñigo Urkullu, presidente del PNV en Vizcaya, a la presidencia del partido.