La designación de lendakari se aplazó 24 horas. Ni Juan José Ibarretxe (PNV) ni Patxi López (PSE) lograron los apoyos para ser elegidos, pero la decisión anunciada ayer por el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) de dar dos de sus nueve votos al candidato nacionalista aseguró que hoy Euskadi tenga presidente. La primera votación de la investidura requería mayoría absoluta (38 de los 75 diputados) y el resultado fue de 34 para Ibarretxe y 33 para López, con uno en blanco y siete nulos.

La incertidumbre con la que se iniciaba ayer a las 9.30 horas la investidura más complicada de la historia reciente de Euskadi se deshizo siete horas después, cuando tomó la palabra la portavoz de EHAK, partido que ha ocupado el espacio político de la ilegalizada Batasuna.

Nekane Erauskin inauguró su presencia en la tribuna de oradores con un discurso acorde al mensaje que difunde Arnaldo Otegi, e incluso llegó a calificar de "miserable" la actitud del PNV. Pero dijo que, "en un ejercicio más de responsabilidad", su grupo daría dos votos a Ibarretxe. Explicó que no lo hacían porque apoyen al Gobierno de PNV, EA y EB, sino como medio para "abrir una oportunidad a la acumulación de fuerzas para la democracia y la paz".

DIVISION La división de la Cámara vasca en siete fuerzas y el complejo panorama que quedó dibujado en las autonómicas del 17 de abril dan una especial relevancia a los nueve escaños en manos de EHAK porque pueden dirimir el eventual empate entre bloques. Ayer exhibió su capacidad y demostró que administrará de forma muy calculada sus apoyos.

Con los dos votos, EHAK propició que Ibarretxe evitara el empate con López y restó protagonismo a la única representante de Aralar, Aintzane Ezenarro, que había puesto caro su apoyo al nacionalista y que, hasta última hora de la tarde, próxima ya la hora de votación, no desveló que no respaldaría al tripartito.

Erauskin se felicitó de que Ibarretxe quiera contar con Batasuna y se mostró de acuerdo con que López no quiera vencedores ni vencidos en Euskadi, pero reiteró su petición de que se "devuelvan" concejalías a las plataformas ilegalizadas. Ibarretxe no aludió en su réplica al apoyo que le brindó EHAK ni valoró la trascendencia de los dos votos, pero Egibar sí los agradeció.

EL PP RESPALDA AL PSE La otra incógnita de la jornada, el sentido del voto del PP la despejó María San Gil al desvelar que los 15 parlamentarios de su grupo respaldarían a López "a cambio de nada" pero como prueba de que apuestan "por el cambio". En el que también fue su estreno como portavoz, reconoció que el PP votaría "con escasa ilusión pero guiado por el sentido de la responsabilidad". Lo dijo antes de arremeter contra la actitud del candidato del PSE por "ni dialogar ni negociar" apoyos a su proyecto y de acusar a los socialistas de permitir que la voz de "ETA-Batasuna" se escuche en la Cámara a través de EHAK. De hecho, San Gil inició su intervención confesando "vergüenza" por hablar después de Erauskin.

DOS PROYECTOS La de ayer no era la primera vez en la que dos candidatos se disputaban la investidura. Sin embargo, se puso más en evidencia que nunca la existencia de dos proyectos distintos para el futuro de Euskadi.

Ambos candidatos hablaron de diálogo, de paz, de acuerdo, de "normalización política", de consenso, y abogaron por crear sendas mesas de diálogo. Pero cada uno dio una dimensión distinta a los conceptos, y tanto López como el portavoz socialista Antonio Pastor acusaron a Ibarretxe de inaugurar la legislatura con un "discurso del pasado".

El calificativo llegó a molestar al lendakari en funciones que, en su réplica, recriminó a populares y socialistas su fijación contra el tripartito. Ibarretxe se esforzó en dar un mensaje conciliador --"ustedes son absolutamente necesarios", les dijo a los socialistas-- y mantuvo en todas sus intervenciones la apelación al "entendimiento" futuro.

Sin embargo, Pastor lamentó que Ibarretxe pueda ser nombrado hoy con los votos de EHAK, porque esa decisión "vuelve a meter a Euskadi en una noria infinita sin solución". La preocupación socialista no afectó a los dirigentes del PNV. Tras casi 12 horas de debate, todos celebraron que la investidura se pueda zanjar hoy sin empates.