El Gobierno puso ayer en marcha todas las acciones al alcance de su mano para evitar que Democracia 3 Millones (D3M) y Askatasuna, las listas de la izquierda aberzale, se presenten a las elecciones vascas. El Consejo de Ministros instó a la Abogacía del Estado a que ejercite todas las iniciativas contempladas en la ley de partidos con el fin de impedir que concurra cualquier formación que pretenda suceder a Batasuna, después de que los informes de la policía y la Guardia Civil demostraran que "existen vínculos entre Batasuna y D3M" y "entre Askatasuna y los partidos ilegalizados Batasuna, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, EHAK y ANV".

Apenas 48 horas después de que el Boletín Oficial del País Vasco publicara las candidaturas presentadas a los comicios autonómicos, las fuerzas de seguridad han constatado que mantienen vinculaciones con partidos ilegalizados, en el caso de la agrupación de electores D3M, o que están relacionadas con ellos, como con Askatasuna.

La Abogacía del Estado ha considerado "relevantes" estos datos a los efectos de poder instar a la Sala 61 del Tribunal Supremo la anulación de las candidaturas de ambas formaciones y, en su caso, a la ilegalización de Askatasuna. Según Europa Press, en este segundo caso se ha tenido en cuenta que algunos candidatos, a pesar de no haber formado parte nunca de una lista ilegal, han participado en manifestaciones o frecuentado locales del entorno de Batasuna. También se habría valorado que los estatutos de Askatasuna son una copia casi exacta de los de EH, la marca de Batasuna en 1998.

Mientras, ETA valoró sus 50 años de existencia en un comunicado y un vídeo en el que tilda su "aportación" como "agridulce" por no haber logrado la independencia de Euskal Herria, y piensan mantener "la lucha".