La vía valenciana como complemento, si no contrapunto, a la vía catalana. Así ha acogido José Luis Rodríguez Zapatero el acuerdo entre populares y socialistas valencianos para reformar su Estatuto. Un pacto que el presidente conoció con antelación, que ayer apoyó en el Senado y que utilizará para vencer el rechazo del PP a las reformas territoriales y como patrón para otras reformas estatutarias.

Zapatero no pretende que el Congreso, donde la propuesta se tramitará tras el verano, se limite a "fotocopiar" este texto cuando lleguen las restantes reformas. Cada autonomía planteará sus demandas, subrayan fuentes oficiales, pero la tramitación del Estatuto valenciano servirá para que el Gobierno establezca límites en la ampliación del autogobierno.

"Adelante con las reformas", proclamó Zapatero tras describir el acuerdo de la Comunidad Valenciana como un "paso positivo" y apoyar también las negociaciones sobre el nuevo Estatuto catalán.

El acuerdo para reformar el Estatuto valenciano mereció ayer interpretaciones distintas entre las fuerzas catalanas. Mientras PSC y PP aplaudían el pacto, CiU, ERC e ICV-EUiA advertían de un intento de generalización de las reformas estatutarias.