El punto más candente del discurso de Touriño fue la alusión a la reforma del Estatuto gallego, una cuestión que fue especialmente tensa durante la negociación con el BNG, y que, al final, contará con el respaldo de los socialistas. Touriño subrayó que "Galicia existía como nacionalidad antes de que existiese como comunidad autónoma", aunque el desarrollo autonómico "fue un factor decisivo en su resurgimiento". Por ello, aseveró que "parece obvio" que hay que avanzar en el "camino del autogobierno".

Pero matizó que la "identidad no es un problema" para Galicia, porque los gallegos se sienten "parte de un Estado que se reconoce a sí mismo como plurinacional y plurilingüe". Para acometer la reforma estatutaria, Touriño expresó su voluntad de buscar el consenso.

Parece que el nuevo presidente no tendrá muchos problemas para lograr ese consenso, dado que tanto BNG como PP se muestran a favor de aumentar el autogobierno. El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, destacó que, por primera vez, un aspirante a presidente "asume que la redacción de un nuevo Estatuto es una prioridad".

También el PP ve la reforma con buenos ojos. Manuel Fraga opina que la reforma del Estatuto es "necesaria", aunque no "urgente". El presidente en funciones de la Xunta defenderá que Galicia incremente su autogobierno mediante las transferencias.