Carme Chacón visitó Bosnia-Herzegovina por primera vez en 1996, en calidad de observadora internacional. Solo tenía 25 años. Esta mañana, a sus 39, la ministra de Defensa regresó a Sarajevo para dar por finalizada una misión militar que ha durado 18 años, la más larga del Ejército español, y por la que han pasado buena parte de los actuales mandos militares.

El último centenar de militares que permanece en la base de Camp Butmir, bajo el mandato de la Unión Europea, regresará en los próximos días a casa y solo permanecerán en el país balcánico los nueve militares y cinco intérpretes que asesoran a la cúpula del Ejército bosnio sobre cómo formar a sus tropas para participar en misiones internacionales, requisito fundamental para entrar, como desean, en la OTAN.

El frío seco de los Balcanes no restó calor a la sencilla ceremonia. En términos estrictamente militares el acto consistió en una transferencia de autoridad; lo que quiere decir devolver al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general José Julio Fernández Rodríguez, el mando de las tropas españolas destacadas en Bosnia. Un paso previo para volver a España desde un complicado escenario que ha costado la vida a 23 militares.

Operaciones internacionales "necesarias"

Con los militares también regresan a España los 34 guardias civiles que durante estos años han realizado labores de policía militar, pero que también han participado como policía judicial en la caza de criminales de guerra a las órdenes del Tribunal de la Haya, o en funciones de seguridad ciudadana. El teniente general Atilano Hinojosa presidirá mañana la ceremonia de retirada de los guardias civiles, aunque seis permanecerán en Sarajevo como responsables de la seguridad de la embajada española.

De la misma manera que hoy se ha dado “por cumplida”, la misión de Bosnia-Herzegovina, Chacón aseguró que llegará un día en que también se den por cumplidas las misiones de Afganistán, Somalia o Líbano. La realidad de los Balcanes demuestra que las operaciones internacionales son “necesarias”, dijo la ministra. Porque, aseguró, con perseverancia, voluntad y paciencia “podemos imponer la seguridad y la estabilidad en lugares que parecían condenados al conflicto y la guerra”.

Durante estos 18 años de misión, más de 46.000 soldados españoles han pasado por Bosnia Herzegovina. Un teatro de operaciones que se ha convertido en una de las mejores escuelas de gestión de conflictos internacionales de las tropas españolas. En Bosnia, España “consolidó” su papel de país comprometido con la paz internacional. Y el Ejército, aseguró Chacón, reforzó su prestigio dentro y fuera de las fronteras.