En una Cádiz volcada en los preparativos de sus carnavales, la campaña de recogida de firmas del PP para solicitar un referendo sobre la unidad de España y el Estatuto de Cataluña fue acogida ayer de forma irregular. Un baño de masas acompañó al presidente popular, Mariano Rajoy, en el momento de estampar su firma en la céntrica plaza de las Flores, aunque no faltaron voces que preguntaban por qué no se convocó una consulta ciudadana similar antes de la participación española en Irak. Entonces gobernaba José María Aznar.

La visita del líder del PP dio pie a encendidos debates políticos --por ejemplo, sobre la guerra de Irak y la autoría de los atentados del 11-M-- en la plaza, ocupada en su mayoría por militantes y simpatizantes que recibieron a Rajoy al grito de "Presidente, presidente".

"Para parar el disparate"

"Yo firmo porque soy simpatizante de la Obra", decía Ana, una señora de avanzada edad resguardándose en su abrigo. "Claro que sé lo que firmo, es para pedir un referendo en contra del Estatuto catalán, y si logramos muchas firmas puede servir de algo y parar así este disparate", afirmaba.

"Se trata de que el pastel sea para todos y que no lo repartan para ellos nada más", explicaba otra mujer que se había acercado a firmar en un descanso de la compra. Coherente con sus palabras, iba pertrechada con la ya famosa lista en la que se desglosan los productos de origen catalán y sus equivalentes en el resto del país. "No compro nada de ellos: ni el café, ni las compresas, ni el pan de molde. Nada", aseguró.

A su lado, Encarnación y su marido aguardaban para firmar, aunque a punto estuvieron de no hacerlo. "Hemos venido desde Chiclana para dejar nuestro nombre, y nos tienen esperando hasta que llegue Rajoy. Como tarde mucho nos vamos", se quejaba ella, que dijo que firmaba porque "con lo que han hecho, todos los españoles tenemos que estar en contra de Cataluña". Mirada reprobatoria del marido. "Bueno, de Cataluña no, del Estatut, porque España es una, grande y libre". "No vamos a dejar que Zapatero haga más cachitos con España", terció el esposo.

De manera similar se expresó Francisco, militar, "pero democrático, eh", que esperaba para suscribir la pregunta "¿Considera conveniente que España siga siendo una única nación en la que todos sus ciudadanos sean iguales en derechos y obligaciones, así como en el acceso a las prestaciones públicas?". Francisco dudaba de que el referendo se celebre, pero tenía un aliciente: "Por lo menos que vean que somos 10 millones de ciudadanos los que discrepamos y estamos en contra de lo que quieren hacer". "Vengo a firmar porque estoy en contra de todo lo que sea o venga de Cataluña", decía exaltado. Minutos después, rectificó: "Sólo estoy en contra del Estatut. En Cataluña hay de todo, bueno y malo, como en todas partes. España no corre peligro porque los militares somos democráticos y respetamos la Constitución".

Firmas en la COPE

Junto a ellos aguardaban varias señoras que, para evitar una larga espera, optaron por recoger varias hojas y firmar junto a los miembros de su familia en casa. "No hay problema --explicaba una mujer-- me han dicho que pongamos el DNI y lo entreguemos en la sede del partido o en la COPE".