RABAT. Los embajadores de España y Marruecos volvieron ayer a sus puestos. Abdesalam Baraka (derecha) regresó a Madrid con la intención de "mirar al futuro tratando de sacar las enseñanzas necesarias del pasado". Por su parte, el embajador español en Rabat, Fernando Arias Salgado (izquierda), hizo un llamamiento a que, "pese a las diferencias, se potencie la cooperación". A. B.