Juan Miguel Villar Mir y su yerno Javier López Madrid, empresarios situados en la órbita del PP y presuntamente implicados en la financiación ilegal del partido, negaron ayer cualquier pago a la formación liderada por Mariano Rajoy. Durante sus comparecencias en la comisión del Congreso que investiga los múltiples escándalos en las filas populares, Villar Mir y López Madrid echaron balones fuera pese a los testimonios, pruebas documentales e informes policiales en los que resultan señalados. Este último llegó incluso a trasladar qué él no tenía «ninguna relación» con el PP.

«Es usted el aceite que está en todas las salsas», le dijo Txema Guijarro, diputado de Unidos Podemos, a López Madrid, consejero delegado del Grupo Villar Mir. Investigado por la salida a bolsa de Bankia, el escándalo de las tarjetas black de Cajamadrid (caso por el que fue condenado a seis meses de prisión), la operación Lezo y la operación Púnica, el empresario fue señalado por el financiero Adrián de la Joya y por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

En octubre del pasado año, De la Joya declaró ante el juez que López Madrid le ingresó en el 2007 una comisión de 1,4 millones de euros destinada al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. El dinero estaba destinado, según la investigación, a que la constructora OHL, fundada por su suegro, se adjudicara la concesión de la línea de Cercanías Móstoles-Navalcarnero. La UCO, por su parte, examinó la agenda de Francisco Granados, exconsejero del Gobierno madrileño y amigo de López Madrid, y concluyó que ambos se repartieron 500.000 euros de la caja b del PP. «No he financiado ni he donado nunca dinero al PP», insistió López Madrid.

El ambiente de la sesión solo se vio alterado cuando Podemos le preguntó por los mensajes que la reina Letizia le envió a raíz de las tarjetas black, López Madrid se negó a contestar por no tener relación con el caso.