Enric Marco, el expresidente de la Amical de Mauthausen que durante 30 años fingió haber estado en un campo de concentración nazi, devolvió ayer a la Generalitat catalana la Cruz de Sant Jordi que le fue concedida, entre otras razones, por su lucha contra el nazismo. Tras descubrirse que nunca estuvo deportado en el campo de Flossenbürg, como había sostenido en su biografía y en numerosas entrevistas, el Ejecutivo catalán decidió el miércoles retirarle la medalla que le fue otorgada en el 2001.

Apenas 24 horas después, ayer tarde, Marco se personó en el palacio de la Generalitat para retornar personalmente el galardón. Lo hizo adjuntando una breve carta, de no más de siete líneas, dirigida al presidente, Pasqual Maragall.

En la escueta misiva, el expresidente de la Amical alega que devuelve la medalla porque, aunque básicamente su trayectoria es cierta, hay algunos extremos que son falsos. Añade que lamenta los inconvenientes que haya podido causar.

La Generalitat estudia ahora la elaboración de un decreto para anular formalmente la concesión de la medalla, puesto que la Cruz de Sant Jordi se adjudica mediante un decreto. En declaraciones a Efe, Marco recordó que el galardón le fue concedido por su "lucha antifranquista" y su trabajo "en los movimientos sociales y políticos" y "sólo al final" del acta se menciona su "condición de superviviente de un campo de concentración nazi". "Si creen que de la noche a la mañana mi vida no vale nada ¿Qué puedo hacer yo?", añadió.

AUSENTE DEL ANIVERSARIO Su falsa condición de deportado fue descubierta por el historiador Benito Bermejo poco antes de la conmemoración del 60 aniversario de la liberación del campo de Mauthausen. Marco, que hasta el momento había intervenido en todos los actos relacionados con la liberación de los campos nazis, no acudió al antiguo centro de exterminio. La Amical había descubierto su farsa y le relevó del cargo.