El entorno de Jon Anza aseguró ayer que el etarra, fallecido en Francia, fue "secuestrado, torturado y asesinado", y que, aún vivo, estuvo en poder de las fuerzas de seguridad españolas. Familiares, amigos y representantes de la izquierda aberzale comparecieron en Bayona para enmarcar la muerte de Anza en la "guerra sucia" de Francia y España "contra el independentismo". El etarra, desaparecido desde el 18 de abril, fue hallado el jueves en la morgue de Toulouse. Según la policía, murió de un infarto.

El abogado de la familia de Anza, Jon Enparantza, llamó a secundar una protesta mañana en Toulouse con el propósito de evitar que se realice la autopsia si no está presente un médico designado por la familia. Lamentó el trato "humillante, cruel y miserable" sufrido por los allegados de Anza y tildó de "inverosímil" la versión oficial.