Mil euros, IVA incluido. Eso es lo que le costó al Parlamento catalán contratar el lunes a dos profesionales para que tradujeran del castellano al catalán, y a la inversa, durante una reunión de la comisión de cooperación y solidaridad. El servicio fue reclamado por el secretario de Cooperación de la Generalitat, David Minoves, para una sesión a la que iba a asistir una delegación nicaragüense. Es decir: todos los asistentes hablaban castellano. Si bien ERC y CiU fueron los únicos partidos que no lo criticaron el mismo lunes, ayer solo los republicanos seguían defendiéndolo.

La secretaria de política europea, internacional y cooperación de ERC, Marta Rovira, afirmó en un comunicado que el partido está "indignado" por las críticas. Rovira esgrimió que los visitantes nicaragüenses son de la etnia miskito, y que su lengua habitual no es el castellano, sino el miskito. Lo que la republicana no detalla es por qué, entonces, no se contrató directamente a un traductor del catalán al miskito. ICV y PSC consideraron el gasto innecesario, CiU reclamó austeridad, y el PP habló de "espectáculo lamentable".