Sean militantes o no, sean altos cargos o simples técnicos de departamento, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha enviado desde inicios de la legislatura a los empleados de los seis departamentos de la Generalitat bajo su control una cadena de cartas en las que les reclama, en virtud a una norma interna del partido, el pago mensual de importantes sumas de dinero. La dirección de ERC no lo niega. Al contrario. Reivindica con vehemencia la fórmula como el más transparente sistema de financiación del partido. ¿Qué ocurre en caso de impago? La ejecutiva de ERC (así consta por escrito) "exigirá a la persona responsable del nombramiento la destitución inmediata del cargo".

En las cartas se subraya la necesidad de aprovechar la entrada de Esquerra en el Gobierno catalán para lograr su "consolidación estructural". También se recuerda la obligación de contribuir económicamente al mantenimiento del partido, tal y como establece la llamada carta financiera de ERC. Firma el texto Xavier Vendrell, secretario de organización de Esquerra.

UN HOMBRE, DOS CARGOS He ahí la primera gran singularidad del caso. Vendrell no sólo dirige la sala de máquinas de ERC. A su vez es el secretario general del consejero primero de la Generalitat, Josep Bargalló, de modo que algunos de los destinatarios de la carta son, a su vez, sus subalternos en la propia Administración autonómica.

"Yo diferencio mucho", zanjó ayer Vendrell, preguntado sobre el posible desconcierto que tal coincidencia puede ocasionar en los destinatarios de la misiva.

Ese, no obstante, sólo es un modelo de carta. Hay más. Desde que comenzó la legislatura, el cobro de la cuota ha causado problemas. Unos no se daban por aludidos. Otros, sencillamente, no sabían de la existencia de tal obligación.

La carta financiera aprobada por el partido fija a partir de tres tablas de cálculo cuánto debe pagar cada persona empleada por Esquerra en la Administración y, en una de sus páginas, expone con indiscutible claridad las consecuencias del incumplimiento. "En caso de que una persona permanezca sin regularizar su situación en dos informes consecutivos, la ejecutiva nacional exigirá su destitución inmediata".

Vendrell explicó ayer que tal medida no debería sorprender a nadie: "¿Puede confiar el partido en alguien que no le ayuda a crecer?". "¿Puede alguien negarle el pan y la sal a un partido que le ha ofrecido trabajar para el país desde la Administración?".

TENSA RELACION El punto de vista de los afectados --al menos el de los cargos que en privado han querido comentar su situación-- es sensiblemente distinto.

Para los no militantes que no fueron informados al entrar en la Generalitat de esas condiciones, la sorpresa fue mayúscula. Pero también algunos militantes de ERC que conocían la existencia de la carta financiera han terminado por mantener una tensa relación con su partido. Así ha ocurrido cuando, nada más firmar el compromiso de ingresar mensualmente el dinero, han recibido una llamada desde la sede de Esquerra para que, a continuación, abonen los atrasos.

Otro motivo de desencuentro ha sido que Vendrell reclama una copia de la nómina o de la declaración de renta para comprobar que la cantidad abonada se corresponde con la fijada.