Fue ERC la que pidió al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska que, antes de llamar a declarar a sus dirigentes, solicitara a dos bancos suizos que acreditaran si los certificados de depósitos que aparecen en una denuncia anónima y uno de cuyos titulares sería Josep Lluís Carod-Rovira son "auténticos". El magistrado lo aceptó y cursó una comisión rogatoria a Suiza.

En su escrito al juez, de fecha 14 de octubre, ERC afirmaba que la policía informó, en mayo, que los documentos aportados en la denuncia son fotocopias, por lo que no era aconsejable darles "una fiabilidad absoluta", por lo que sólo los bancos suizos podían certificar su autenticidad.

Esquerra le recordaba al juez que el Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona archivó, el 1 de marzo, una denuncia similar después de que los denunciantes no aportaron nada.

Como pese a todo, la Audiencia reabrió el caso, ERC argumentaba que si se llamaba a declarar sin más a sus dirigentes podría dañarse su proyección pública y causarles un perjuicio innecesario. El fiscal apoyó la petición el 26 de octubre. Ayer, Carod- Rovira ironizó sobre la investigación: "Ya me gustaría tener cuentas en Suiza".