Íñigo Errejón quiere restarle drama a la posibilidad cada vez más nítida de que no haya un acuerdo global con Pablo Iglesias e insiste en que, independientemente de que se concreten pactos o no, en ningún caso va a disputar el liderazgo del partido. Ante las continuas alusiones del secretario general, que le advierte que si gana deberá asumir el cargo de ‘número uno’, Errejón se cierra en banda: no quiere la silla del jefe y no quiere que el debate que considera más importante, el del rumbo político de Podemos en esta nueva etapa, quede “sepultado” por una lucha de cargos.

“Si estuviera dispuesto me presentaría a secretario general, pero no lo hago porque no tenemos diferencias sobre eso”, ha señalado este miércoles desde el Congreso. El dirigente podemista también ha explicado que ya ha transmitido en múltiples ocasiones a Iglesias, en persona, que no quiere su cargo. “Él lo sabe perfectamente porque se lo he dicho muchas veces”, ha afirmado.

"LO SABE, LO ENTIENDE"

En ese caso ¿qué le ha respondido Iglesias? “Él lo sabe, es consciente, lo entiende”, ha afirmado. Llegados a este punto, entonces, ¿por qué el empeño de Iglesias en seguir retándole a que dé el paso? “Cada uno puede manifestar las opiniones que quiera pero yo prefiero ponerle el foco a lo fundamental”, responde, y se niega a criticar a Iglesias por retarle constantemente a pesar de estar advertido de que esa situación no llegará. El entorno pablista sigue insistiendo, mientras tanto, en que si no hay pacto y acuden al congreso estatal en proyectos confrontados y pierden, el líder dimitiría esa misma noche, el 12-F.

El ‘número dos’ ha pedido que se abandone la especulación sobre los nombres para que no “sepulte” el análisis de fondo que debe abordar el partido. Ha señalado que habrá, probablemente, más reuniones, unas públicas y otras discretas para intentar llegar a acuerdos a los que, sugiere, puede llegarse en cuestiones puntuales pero difícilmente serán de totalidad. Su petición de restar dramatismo llega tras el sonoro fracaso de la reunión de este martes convocada por Iglesias para exhibir voluntad negociadora, pero cuyas posibilidades de prosperar eran prácticamente inexistentes por el planteamiento mismo del encuentro.

Para afrontar ese diálogo ha vuelto a pedir que las relaciones se establezcan desde el “cariño” y de forma “cuidadosa”. Tienen hasta el 2 de febrero para alcanzar un acuerdo. En los puntos en los que sea imposible el entendimiento, elegirán los simpatizantes, 450.000 inscritos con derecho a voto.