Un "error humano" del piloto del Yakovlev 42 causó el accidente aéreo de Trabisonda (Turquía) en el que fallecieron 62 militares españoles el pasado 26 de mayo. Es la conclusión de la comisión de investigación del siniestro, según explicó ayer en el Congreso el ministro de Defensa, Federico Trillo.

"El Yakovlev 42 presentaba buenas condiciones técnicas", poseía "todos los certificados acreditativos", las condiciones meteorológicas del aeropuerto de Trebisonda "no impedían un normal aterrizaje" y la tripulación no envió ningún mensaje de alarma a la torre de control del aeropuerto turco, detalló Trillo. En función de estas consideraciones, los investigadores concluyen que fue un "error del piloto al establecer manualmente un rumbo equivocado", lo que provocó que el Yak-42 se estrellara contra las montañas en lugar de aterrizar en el aeropuerto. El piloto marcó rumbo 190 grados, cuando debió haber sido 090 grados. La oposición exigió una comisión de investigación parlamentaria.