Siete años después de disparar a cara descubierta a Joseba Pagazaurtundua, entonces jefe de la policía local de Andoain, cuando desayunaba en un bar de su pueblo, la Ertzaintza detuvo ayer en Hernani al presunto pistolero: Gurutz Agirresarobe Pagola, un vecino del casco viejo de la localidad guipuzcoana, empleado de una empresa de extintores, jugador de rugbi y a punto de ser padre por primera vez. Un vecino de toda la vida que durante estos siete años no se ha escondido ni ha falseado su identidad, a pesar de que el ADN recogido de la taza de café que tomó el asesino de Pagazaurtundua antes de disparar los tres tiros coincide plenamente con el suyo.

Además de Agirresarobe, la Ertzaintza detuvo a la que entonces era la novia del presunto etarra, Aitziber Ezkerra, trabajadora en el Ayuntamiento de Hernani y que padece una grave enfermedad degenerativa, según su familia, que añadió que está completamente "desvinculada" de la banda. La policía vasca espera que la mujer aporte datos sobre el crimen.

Las detenciones fueron una sorpresa para los allegados de la víctima. Nunca perdieron la esperanza, pero no pudieron más que reconocer la emoción que sentían al comprobar que finalmente se hará justicia, aunque sea siete años después.

DIVISION ANTITERRORISTA Al ser una operación de la Ertzaintza, la segunda en lo que va de año de la División Antiterrorista, creada poco después de la llegada de Patxi López a Ajuria Enea, el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, esperó a que su homólogo vasco, Rodolfo Ares, finalizara su rueda de prensa para comparecer ante los medios.

No quiso el ministro pasar por alto la ocasión de tener entre rejas a un presunto asesino para advertir a quienes cuestionan las verdaderas intenciones del Gobierno en materia antiterrorista de que la única estrategia del Ejecutivo es "detener, detener y detener hasta que esto se acabe". Sin más. Ni negociación, ni tregua bilateral, ni un anunciado comunicado de renuncia a la violencia que no llega.

Contundente, Rubalcaba afirmó que la policial es la única vía que contempla el Gobierno para acabar con ETA. Eso sí, sin renunciar a una cuestionada por algunos política penitenciaria que en los últimos meses ha supuesto la concesión de permisos individuales que permiten a presos veteranos desvinculados de la banda disfrutar de salidas para trabajar o estudiar.

Recordó el titular de Interior que ETA lleva un año sin cometer atentados mortales, pero precisó que si no lo ha hecho es "porque entre todos se lo hemos impedido, no porque no quiera". De hecho, los dos detenidos ayer formaban parte de una "célula durmiente" a la espera de recibir órdenes de la jefatura terrorista, aseguró Ares. Con estos arrestos, ya son 57 los presuntos terroristas capturados este año.

De la misma manera que no se descartan nuevas detenciones, tampoco se excluye que los arrestos permitan resolver otros crímenes pendientes, como el del senador del PP Manuel Giménez Abad, asesinado en el centro de Zaragoza en el 2001 con la misma pistola que sirvió para matar a Pagazaurtundua dos años después.

TUTELA DE GRANDE-MARLASKA Detenido en numerosas ocasiones por desórdenes públicos relacionados con la kale borroka, la policía vasca consiguió el ADN del presunto etarra hace seis meses y trabajó hasta lograr su detención, tutelada por el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.