Al acercarse el 1 de marzo se ve que las elecciones gallegas serán decisivas. La reválida del PSG-BNG sería un espaldarazo para Zapatero y agravaría la crisis del PP. Pero si Núñez Feijóo recupera el poder, Rajoy quedará blindado y se verá que la crisis abre una vía de agua en el voto socialista.

Las elecciones vascas, quizás más importantes, son más complejas. Ayer el Gobierno vasco divulgó una macroencuesta con resultados similares a los del CIS o la SER. El PNV gana, pero tiene difícil gobernar porque se esfuma la mayoría nacionalista. ¿Por qué Ibarretxe publicita una encuesta que le perjudica? La razón es que el resultado es muy incierto y quiere repetir lo del 2001: movilizar al nacionalismo contra una posible victoria "españolista". Pero el 2009 no es el 2001. Entonces Aznar y Mayor Oreja generaron miedo. Ahora ZP y Patxi López no gustan al nacionalismo, pero son vistos más con indiferencia que como una amenaza. Y el PNV está más desgastado.

La encuesta dice que el PNV gana (27 escaños), pero que el PSOE (sube 8, hasta 26) casi empata. Además, no hay mayoría nacionalista, ni recurriendo a Aralar. Suman solo 36 diputados frente a 39 de socialistas y populares, cuando la mayoría absoluta es de 38. Este resultado tiene dos causas. El PSE sube con fuerza y, como no se presenta Batasuna (ni ningún sucedáneo), los 9 diputados de EHAK se los apropia más el PSE (6 diputados, ya que 2 vienen del PP) que los nacionalistas (3 diputados). Claro que esto podría cambiar si una parte de los electores radicales aprovechan la consigna de voto nulo --que les permite ir sin problema a los colegios electorales-- para frenar al españolismo votando PNV. Es lo que ha buscado Ibarretxe con su consulta, dando aire al procesamiento por el encuentro con Otegi y, ahora, divulgando que el PNV puede ser desalojado de Ajuria Enea.

El avance socialista sería un éxito para Zapatero. Pero conllevaría problemas. Si Patxi López es segundo y es elegido presidente con los votos del PP, se reabrirá el frentismo y se cuestionará el resultado por la exclusión de 150.000 aberzales (los votos de EHAK en el 2005). Y Zapatero podría perder el apoyo del PNV y quedarse sin mayoría en Madrid.

Si deja gobernar al PNV en minoría (condicionado por el PSE) su posición parlamentaria será cómoda y segura, pero tendrá que aguantar acusaciones de traición del PP y de la derecha mediática. Y el PSE se sentiría frustrado por no seguir a Montilla. ¿Es normal que un partido que puede gobernar renuncie a hacerlo? ZP puede tener en Euskadi un triunfo político y moral. Pero a veces el éxito tiene trampa. Felipe dijo que se puede morir de éxito.