La escala más polémica de la visita del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por Venezuela y Colombia tendrá lugar hoy en Caracas, donde el jefe del Ejecutivo formalizará con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, un acuerdo multimillonario para el suministro de material militar fabricado en España al país suramericano.

La operación es vista con recelo por Estados Unidos y Colombia, así como por los partidos de oposición venezolanos, que la interpretan como un apoyo de Zapatero a una supuesta escalada armamentista de Venezuela. En ese sentido, la embajada estadounidense en Madrid ha transmitido al Ministerio de Asuntos Exteriores español su sincera preocupación por el convenio militar, aunque no lo ha concretado bajo la forma de protesta oficial.

Un portavoz de la Moncloa alegó ayer que el material que se venderá a Venezuela "no es ofensivo ni utilizable en circunstancias bélicas". Se trata, aseguró, de patrulleras costeras y aviones de transporte militar. El acuerdo asciende a unos 1.300 millones de euros y contempla en concreto cuatro corbetas para patrullaje de altura, cuatro patrulleras de bajura, 10 aviones C-295 de transporte militar y dos aviones destinados a la vigilancia marítima.

600 empleos para Izar

El paquete de negocios que se firmará hoy incluye además el suministro de dos buques petroleros y de un buque-tanque tipo Panamax (adaptado para atravesar el canal de Panamá), así como la reparación y mantenimiento en España de petroleros venezolanos.

En una reciente comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro de Defensa, José Bono, justificó el negocio con el argumento de que generará durante seis meses unos 600 nuevos puestos de trabajo en la compañía Izar y otros 300 en la filial española del consorcio aeronáutico Eads.

Inquietud en Washington

Washington ya ha expresado su inquietud por la pretensión de Chávez de comprar a Rusia 10 helicópteros y 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov AK 103 y 102. También sigue con atención los movimientos de Chávez para adquirir 12 cazabombarderos AMX-5 y 24 aviones militares a Brasil, cuyo presidente participó ayer en la cumbre a cuatro de Ciudad Guayana.

La aproximación de Zapatero a Chávez ha generado en los últimos meses los recelos de Colombia. En enero pasado, el presidente español se vio forzado a cancelar una escala en Caracas al término de su anterior gira iberoamericana por las quejas de Bogotá, ya que esa visita se iba a producir en un momento de máxima tensión en las relaciones colombo-venezolanas. La detención por efectivos colombianos de un importante dirigente guerrillero de las FARC en suelo venezolano llevó a temer incluso un conflicto bélico entre los dos países.

Días después de la frustrada escala del presidente español, el malestar de Bogotá aumentó al trascender una visita secreta del ministro Bono a Caracas, en la que se trató el acuerdo de venta de material militar que se firma hoy. Frente a tan delicada situación y decidido a mantener los negocios con Venezuela (además de los ya citados, están sobre la mesa jugosos contratos de la petrolera Repsol en el país suramericano), el Gobierno español cambió de estrategia para calmar a Bogotá.

Así, actuó como mediador en la crisis entre Colombia y Venezuela y promovió la cumbre de Ciudad Guayana con el fin de escenificar la reconciliación final de los dos países.

Al mismo tiempo, desplegó todos sus esfuerzos diplomáticos para demostrar al Gobierno de Uribe que el protocolo para la venta de material de defensa a Chávez es similar al que ya existe con Colombia y no va encaminado, en ningún caso, a fortalecer la capacidad ofensiva de Venezuela.

Logro diplomático

La presencia del presidente colombiano, próximo al presidente de los Estados Unidos, George Bush, en la cumbre de Ciudad Guayana supuso en ese sentido un éxito diplomático para Zapatero. Sin embargo, habrá que esperar al encuentro privado que mantendrá el presidente español con Uribe en Bogotá, el próximo jueves, para saber con mayor exactitud cuál es la posición actual del mandatario suramericano y qué nota pone a la relación con España.