José Luis Rodríguez Zapatero aspira a que España tenga un papel relevante en la fuerza de paz que la ONU prevé desplegar en el sur del Líbano. El presidente considera que el esfuerzo diplomático desarrollado por su Gobierno en favor de un alto el fuego debe verse correspondido con una posición destacada en la cadena de mando de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano (Finul), que se dispone a aumentar sus integrantes de 2.000 a 15.000, de los que entre 700 y 800 serían españoles. España no descarta asumir el mando mismo de la operación, en el caso de que sea rotatorio y la misión se prolongue en el tiempo, señaló un portavoz de la Moncloa.

El Ministerio de Defensa ya ha destinado en el Estado Mayor de Finul a un oficial del cuerpo de Infantería de Marina de la Armada, el teniente coronel Javier Hertfelder Aldecoa, para que participe en la formación del contigente multinacional que se desplegará en la frontera con Israel. Hertfelder, que en el 2004 ejerció el mando del contingente hispano-marroquí en la misión de la ONU en Haití, se encuentra en la actualidad destinado en Nueva York, y en breve viajará al Líbano para estudiar sobre el terreno la situación.

REQUISITOS La estructura del mando de la fuerza en el Líbano se decidirá este mes en el departamento de operaciones de paz de la ONU y su diseño tendrá en cuenta la contribución militar de cada país. Sin embargo, la complejidad de la situación en la región, así como la previsible participación de tropas del mundo árabe en la misión de paz, harán pesar asimismo consideraciones de tipo político y diplomático en la configuración de la cadena de mando.

En ese sentido, el Gobierno español cree tener argumentos para optar a un papel jerárquico destacado, sobre todo después de que el primer ministro libanés, Fuad Siniora, agradeciera a Zapatero su posición durante la actual crisis y le solicitara el envío de tropas españolas a la fuerza de paz de la ONU. La misión tendrá como finalidad apoyar al Ejército del Líbano en el despliegue por el sur del país.

Una fuente del Consejo Europeo se mostró convencida de que la aportación "significativa" prevista por España --mucho menor que las de Francia e Italia-- y su trabajo diplomático se "plasmarán" en el cuerpo de mando de la misión que, según las previsiones, liderará el actual comandante en jefe de la Finul, el general francés Alain Pellegrini.

En el terreno doméstico, Zapatero confía en lograr un apoyo parlamentario rotundo al envío de las tropas. El presidente continuó ayer su ronda de consultas con los dirigentes políticos, a quienes transmitió el mensaje de que la participación de España en la misión es importante para su proyección internacional y su capacidad de influencia en Oriente Próximo. Aunque con matices, la práctica totalidad de los grupos han expresado una disposición favorable.

PRIMER CONSEJO DE MINISTROS Zapatero no prevé convocar un consejo de ministros extraordinario para aprobar el envío de tropas, ya que se estima que el despliegue se realizará a finales de agosto o comienzos de septiembre. Por lo tanto, la decisión se tomará el 25 de agosto, en el primer consejo de ministros ordinario tras las vacaciones, y después se remitirá al Congreso de los Diputados para su debate.

El PP, que en principio es favorable a la participación española en la misión, exhortó al Gobierno para que pida la autorización parlamentaria ante el pleno de la Cámara baja y no en la Comisión de Defensa. El Ejecutivo no ve "ningún problema" para satisfacer esta demanda si es compartida por más grupos políticos.