España asume este miércoles el mando de la compleja misión de la UE que tiene por objetivo último pacificar Mali para que su sociedad pueda prosperar y no se vea empujada a un éxodo masivo que llame a las puertas de Europa. La primera urgencia es evitar que el país africano y sus vecinos se conviertan en un santuario para terroristas, en una patria en la que operen con impunidad los yihadistas que se retiran de la guerra en Siria tras el desmoronamiento del Estado Islámico dispuestos a captar a una población que se siente agraviada y sin expectativas de futuro.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha defendido este miércoles desde la capital, Bamako, la importancia de la misión también para garantizar la seguridad de España. "Para defender nuestro marco de convivencia hay que ir donde se origina el conflicto. España está especialmente interesada en el Sahel y en que Mali pueda tener estabilidad para una paz duradera", ha señalado ante el contingente español, a quien a pedido "que se proteja y se cuide".

La operación es complicada, porque el contexto empeora por momentos. Los analistas constatan que el éxodo de combatientes islamistas que vuelven de Siria ha comenzado y que en su regreso suman fuerzas con otros grupos armados islamistas, cuyas alianzas han favorecido una nueva oleada de ataques en un país de un tamaño que duplica con creces el de España y que cuenta unas fuerzas armadas insuficientes en efectivos y dotación.

La misión de la UE consiste justamente en formar y asesorar a las tropas malienses. "Para España es un honor ayudar a las Fuerzas Armadas de Mali a que puedan luchar contra los que quieren hacer de su país el pasto del terrorismo, la criminalidad, y una tierra sin futuro para, sobre todo, hombres y mujeres jóvenes ", ha explicado Cospedal.

SANTUARIO YIHADISTA

El riesgo de que Mali se convierta en un nido de yihadistas lo reconoce con cierto pesimismo el general que desde este miércoles dirge la operación de la UE en Mali, Enrique Millán Martínez.

Las disputas ancestrales entre la comunidad 'touareg' del norte y los ciudadanos de raza negra del sur se complica con la presencia de grupos armados, terroristas, radicales islamistas, traficantes de drogas, armas y personas. El general subraya que en este contexto de inestabilidad cobra especial importacia la operación de la UE para "contrarrestar" el regreso de los yihadistas del Estado Islámico y evitar que Mali "se convierta en un santuario terrorista" favorecido por la porosidad de las fronteras en el Sahel.

ESCALADA DE ATENTADOS

La unión de varias bandas yihadistas, en marzo del 2017, en el grupo Nusrat al Islam y la escalada de ataques de JNIM (Grupo de apoyo a los musulmanes) se ha traducido en un incremento de atentados y víctimas que dibuja un escenario desalentador. La competitividad entre la proliferación de grupos extremistas conduce, además, a una espectacularización de los actos. Buscan objetivos con presencia internacional como restaurantes u hoteles para causar un mayor impacto transnacional.

El último atentado causó 20 muertos en el norte de Mali y fue reivindicado este martes por el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GAIM), el mismo que mantiene secuestrada desde hace un año a la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez. Los terroristas hicieron público un video en el que la rehén pide al papa Francisco que haga "lo imposible" por liberarla.