El avión de la Fuerza Aérea Española con los 52 agentes de seguridad privada que protegerán de la piratería a los atuneros en el Índico ha despegado desde el aeropuerto de El Altet (Alicante) rumbo a las islas Seychelles. El aparato, un Boeing 707 de transporte de personal, ha partido a primera hora de la tarde, minutos después de que los agentes embarcaran.

Tras observar cómo despegaba el avión, el padre de uno de estos agentes ha explicado que su hijo, de 31 años, vive en Elx con su mujer y una niña de 13 meses y que se presentó voluntario para esta misión por "vocación" y por el sueldo.

Ha relatado que el joven perteneció durante tres años al Grupo de Operaciones Especiales (GOE), en el cuartel alicantino de Rabasa, y que ahora es "mileurista" trabajando como guarda jurado en la ciudad de Alicante. "Les pagan poco como vigilantes", ha señalado.

5.000 EUROS MENSUALES

El padre ha asegurado que su hijo ganará en los próximos cuatro meses el salario equivalente a más de un año de trabajo ordinario, alrededor de unos 5.000 euros mensuales.

Ha reconocido que su hijo está "preparado" para proteger al atunero español que le toque y ha añadido que se ha ido "tranquilo, sin nervios y sin miedo".

Lo único que inquieta al joven es que "volverá con su hija muy crecida, con 17 meses" y que nunca ha estado tanto tiempo seguido en un barco en alta mar.

Este agente portaba en el avión de la Fuerza Aérea su equipaje personal dado que, según le explicó, recibirá a orillas del Índico el armamento y material, como una ametralladora, fusiles de asalto y gafas de visión nocturna.