José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer en la reunión anual de la OTAN que España enviará 450 soldados para reforzar la seguridad durante las elecciones en Afganistán, que se celebrarán el 20 de agosto. Zapatero descartó que parte de ese batallón vaya a continuar en el país tras los comicios y pase a aumentar la fuerza multinacional desplegada, una petición expresada con insistencia por EEUU a sus aliados. "Este Gobierno --dijo el jefe del Ejecutivo-- no es partidario, y no lo va a ser, de ampliar el contingente. Mantengo este principio que ya expresé en la legislatura pasada".

Los 450 militares se sumarán a los 778 que están destacados en la región de Baghdis (oeste) y permanecerán en Afganistán "tres o cuatro meses", un mes y medio antes de la jornada electoral (20 de agosto) y otro tanto después. Según Zapatero, ese nuevo batallón estará en el país el tiempo necesario "para garantizar el buen desarrollo del proceso consultivo". Si las elecciones presidenciales requirieran de una segunda vuelta, que se celebraría varias semanas después, ese periodo podría alargarse hasta diciembre, según señalaron fuentes militares.

El jefe del Ejecutivo recordó que se actuó de la misma manera en las elecciones presidenciales del 2004 y en las legislativas del 2005, cuando España mandó, en cada ocasión, a 500 militares. Zapatero dijo ayer que pedirá autorización al Congreso para el envío, una solicitud que será aprobada, ya que cuenta con el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios.

España anunció también a sus aliados que aportará 4 millones de euros al fondo fiduciario del Ejército Nacional Afgano y otros cinco millones para ayudar a celebrar las elecciones. Además, el jefe del Ejecutivo socialista confirmó que 40 agentes de la Guardia Civil se desplazarán para formar a la policía afgana, que compartirán esta tarea con otros 12 militares que se centrarán en instruir a un batallón del país para dar seguridad el día de los comicios.

Zapatero hizo este anuncio apenas 24 horas antes de que, hoy, mantenga en Praga su primera reunión bilateral con Obama, a quien ya ha tenido ocasión de saludar en varias ocasiones durante esta semana, en la cumbre del G-20 y en la cita de la OTAN. Preguntado sobre cómo explicará hoy al presidente de EEUU que España no aumentará de manera permanente su contingente en Afganistán, Zapatero contestó: "Me da la impresión de que no tendré que explicarle nada. Lo único que he visto es un presidente de EEUU respetuoso, constructivo, dialogante. Hoy en la reunión de la OTAN ha hecho una demostración de liderazgo de iguales, de entendimiento".

Es cierto que Washington ha insistido también en las últimas semanas en la necesidad de contribuir con recursos económicos a las instituciones del país y en la afganización de las fuerzas de seguridad, para ayudar al Gobierno de Hamid Karzai a ser más autosuficiente.

Zapatero se felicitó de que el primer ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen, sea el próximo jefe de la OTAN. Tanto Zapatero como el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y el secretario general de la Presidencia, Bernardino León, aprovecharon la buena relación con Turquía para convencer a los turcos de que levantaran el veto a ese candidato, al que veían con recelo por no haber condenado la publicación de unas caricaturas del profeta Mahoma en el 2006.