La Unión Europea, España y Marruecos pasaron ayer página en la cuestión de los incidentes en el Sáhara Occidental de noviembre pasado durante un Consejo de Asociación en el que dieron un nuevo impulso a su cooperación.

La cuestión de los últimos incidentes del Sáhara "está zanjada" para la Unión Europea, afirmó la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, al llegar a la sede del Consejo de Ministros comunitario. Jiménez destacó la "importancia extraordinaria" de la relación de la UE con Marruecos, por lo que "ningún suceso va a alterar la relación que tenga la Unión Europea con Marruecos".

La ministra señaló que la declaración que la UE realizó durante la reunión ya incluyó una referencia a los sucesos ocurridos en el Sáhara Occidental, cuando las fuerzas de seguridad marroquís desmantelaron el campamento saharaui de Gdaim Izik, a las afueras de El Aaiún.

El ministro marroquí de Exteriores, Taeb Fassi Fihri, coincidió con las palabras de Jiménez. También aseguró que en la reunión con la UE no oyó "nada negativo" contra Marruecos.

La declaración que la Unión Europea realizó en la reunión instó a Marruecos a que aplique "sin restricciones legales" el derecho de asociación y de reunión, así como la protección de los derechos humanos, especialmente en el territorio del Sáhara Occidental. También destacó la cooperación positiva entre ambas partes, pero recordó la "preocupación" europea por el conflicto del Sáhara.

Por ello, los Veintisiete señalaron su satisfacción por la reanudación del diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario bajo los auspicios de la ONU, así como por la nueva reunión anunciada para el final de esta semana.

En un acto paralelo, la UE y Marruecos rubricaron ayer el nuevo acuerdo agrícola y dieron un paso importante para que se haga realidad, previsiblemente en la segunda mitad del 2011, lo que acrecienta las preocupaciones de los productores españoles. El convenio incrementa la apertura en el comercio agrícola o pesquero bilateral y supone ventajas para ambas partes, si bien en España es conocido sobre todo por las concesiones que supondrá a las importaciones de frutas y verduras del país magrebí, como el tomate.