El atentado que el pasado mes de agosto costó la vida en Qala-i- Now a dos guardias civiles y a un intérprete iraní de nacionalidad española que desempeñaban labores de formación de la policía afgana han llevado al Gobierno a rechazar de momento la petición de desplazar nuevos efectivos del instituto armado, tanto a Afganistán como a Irak.

José Luis Rodríguez Zapatero explicó ayer, tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, que ni se enviará a Irak el grupo de agentes que se barajaba, ni está previsto ampliar los 40 destinados a Afganistán.

PETICION DE PETRAEUS Unas horas antes de reunirse en Madrid con el presidente del Gobierno español en el palacio de la Moncloa, Rasmussen había avanzado en una conferencia organizada por el Real Instituto Elcano que pediría al Gobierno español y al resto de países socios el envío de más efectivos para formar a la policía y al ejército afgano respondiendo a la solicitud de 2.000 agentes más para estas tareas lanzada recientemente por David Petraeus, el general estadounidense que manda las fuerzas internacionales.

"Cuantos más recursos aportemos ahora a nuestra misión para formar afganos más pronto podremos irnos y nuestras tropas podrán volver a casa antes", argumentó.

Más tarde, tras la reunión con el secretario general de la OTAN, Zapatero señaló que España "siempre" tendrá en cuenta "las sugerencias" de la OTAN, pero advirtió de que en Afganistán están desplegados 26 guardias civiles que pasarán a ser 40 en virtud de los compromisos adquiridos y, por el momento, "no hay ninguna decisión" de nuevo aumento.

NECESIDAD Respecto a la marcha atrás del grupo que iba a viajar a Irak, el presidente aseguró que en este momento "no existe la necesidad" que se había constatado en Irak. En agosto pasado, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que la aportación estaba en estudio.

Interrogado Rasmussen por estas decisiones de España, el secretario general de la OTAN se guardó para sí su opinión. Se limitó a constatar que el envío de tropas es "una decisión nacional que cada país tiene que tomar". "No me voy a inmiscuir", advirtió antes de deshacerse en elogios sobre "la extraordinaria labor" realizada por la Guardia Civil en Afganistán.

En vísperas del debate que Zapatero deberá afrontar en el Congreso sobre la misión de Afganistán, Rasmussen echó un cable al presidente español al lanzar un mensaje de optimismo. "Estamos progresando sobre el terreno. Al Qaeda ya no tiene ningún refugio seguro", y limitó a un simple "incidente aislado" el atentado contra los guardias españoles. "Esperamos que en la cumbre que la OTAN" celebrará en noviembre próximo en Lisboa "se pueda anunciar el inicio de la transición a las fuerzas afganas", deseó.